María Antonieta de las Nieves regresa a los melodramas, solo que esta vez no la veremos con abrigo, lentes y pecas sino como una abuela moderna y millonaria llamada Antonieta Monraz.
La popular actriz mexicana será parte del elenco de “Sueños y caramelos”, que la empresa Televisa transmitirá a inicios del 2005.
Regresar a los foros no fue sencillo; sin embargo, la actriz de 54 años afirma estar encantada con la oportunidad que le ofreció el productor Carlos Moreno y así se lo dijo a Al Día el mes pasado, telefónicamente, desde su casa en México.
Durante años, María Antonieta estuvo encasillada en el personaje de la Chilindrina, pero asegura que no le importa, ya que ella ha sido lo mejor que le ha dado la actuación.
¿Cuál fue la última telenovela que hizo?
“Corazón, diario de un niño”, hace 35 años. Yo tenía 17 años, pero hacía el papel de una niña de 12.
Desde que empeze con “Chespirito” no volví a hacer nada como María Antonieta de las Nieves, tal vez dos cosas por ahí; lo último fue la película “Sor Batalla”, hace 10 años. Los productores me habían encasillado, pero eso no me molesta, porque si algún día me hubieran dicho ¿quiere olvidar a la Chilindrina?, la respuesta habría sido que no.
¿Cómo recibió la invitación para estar en “Sueños y caramelos”?
Es una telenovela preciosa con mucha magia y sueños. Lo único raro es que, de todo el elenco, el único personaje serio de la novela soy yo. Cuando me llamaron, pensé que sería para hacer algo similar a la Chilindrina o algún personaje de comedia.
¿Podría describir su personaje?
Es una mujer mayor que se casó y tuvo hijos muy joven, igual que yo – aclaraó.
Me encanta y me siento identificada con el personaje; solo hay una diferencia entre ambas: mi personaje es una mujer multimillonaria y se viste muy bien. Yo soy una facha de abuela con jeans, tenis y gorra.
¿Reflexionó con cuidado antes de aceptar el papel?
Sí, lo valoré. Para mi, la Chilindrina es lo más importante que me ha pasado en mi carrera y nunca voy a dejarla. Si el papel hubiese sido de viejita, no lo habría aceptado porque la gente pensaría que estoy muy mayor para seguir interpretando a la Chilindrina.
¿Le pidieron que bajara de peso?
No. Yo dije que si iba a interpretar a una señora de la alta sociedad mexicana, entonces debía perder de peso porque una de esas damas jamás se iba a dejar engordar. En ese momento, yo pesaba 60 kilos y un mes y medio después había bajado 7 kilos.
¿Han cambiado sus días desde que regresó a los foros?
Mucho. Yo solía estar en mi casa solo dos días al mes, debido a las giras con el circo de la Chilindrina; ahora, llevo más de un mes viviendo en mi casa y me siento muy contenta. Veo a diario a mis hijos Verónica y Gabriel, y a mis nietos Fernanda (4 años), Andrea (2 años) y Gabriel (1 año).
¿Qué ha aprendido en este regreso al foro?
A utilizar el apuntador (audífono mediante el cual reciben indicaciones los actores). Cuando hacíamos “Chespirito” no lo usábamos. Aprendí a usar tacones y a comportarme en sociedad porque siempre he sido una persona sencilla.
¿Seguirá actuando en telenovelas?
Siento que esta oportunidad fue un premio que Dios y Televisa me dieron, pero dudo mucho de que vuelva a otra telenovela. Tendría que ser algo mejor que esto; ya no hay buenos papeles para mujeres de mi edad.
¿Su hija seguió sus pasos en la actuación?
De niña hizo varios estelares. Yo le dije que si quería seguir lo hiciera cuando cumpliera 18 años porque yo no tenía tiempo para llevarla a los casting.
Al cumplir los 18, intentó seguir actuando y apareció como “Paty” en el “Chavo del 8″ (ella fue la última “Paty” de la serie), pero se dio cuenta de lo difícil que es esta profesión, así que prefirió sacar una licenciatura en relaciones industriales.
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